Esta situación, una más que se suma a la lista, me ha hecho recordar mi trayectoria en el hobby.
No debí contestar con paciencia los emails que esta persona me ha enviado desde que tomó contacto conmigo, algunos reprochando, o confrontando, o burlándose, o planteando consultas sobre la genética de Poeciia reticulata, haciendo uso de su característica forma de expresarse que ante la réplica se desequilibra y agrede con más fuerza. Me arrepiento de no haber desactivado su cuenta tal como hacen en algunos foros con los usuarios indeseables.
En cuanto a que el hecho de ser expulsada de AUDA me da “status”, informo que no fue nada agradable ni deseable ser expulsada de la única, en aquel entonces, asociación de acuarismo en Uruguay. Dicha institución me ha hecho llegar una carta fechada 16 de octubre de 2008 intentando una aproximación. No se ha publicado todavía en Uruguay en El Acuarista porque este sitio está siendo actualizado en lenguaje y diseño. Más allá de mi decisión ya tomada, en vista de que AUDA intenta terminar con el rompimiento, ya no cabe que “expulsada de AUDA” acompañe mi firma de acuarista, pero en su lugar irá un enlace a la Batalla del Endler porque esos capítulos reúnen información sobre distintos aspectos del hobby, valiosa para cualquier aficionado que se aproxime al acuarismo en cualquier país.
Como broche de oro a la situación acaecida en este foro, la persona de referencia me envió un mail lleno de saña denostando personas, poniendo en tela de juicio hechos tales como que en el pasado envié mis peces al exterior, más precisamente a USA y a una granja de peces en Brasil. Al final hace referencia a que su madre fue nombrada socia honoraria de AUDA, deja en evidencia su estrecha relación con esa institución, y vomita su menosprecio a nuestro foro. Sé que a cualquier persona normal le resultará muy difícil imaginar o entender esta conducta, especialmente si nunca han sido blanco de estos desequilibrios. Suceden en cualquier ámbito humano, pero son especialmente llamativos cuando se detectan en círculos que deberían ser amistosos y placenteros.
El hecho es que el sujeto en cuestión ha dañado momentáneamente la paz de este foro donde se reúnen acuaristas en un ambiente de amistad, que ya no es solamente virtual, porque algunos de ellos ya se conocen personalmente.
No me resulta fácil transmitir lo que siento dada la acumulación de hechos similares que he padecido en el hobby, algunos públicos y otros no.
¿Qué es lo que tanto molesta?
¿Qué me va bien con los peces?
¿Molesta la presencia de Uruguay en El Acuarista?
¿Discriminación?
Ya me tienen aburrida los ridículos y sus imbecilidades.
Rosario
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