Cuando la economía cubana parecía superar las consecuencias del bloqueo por medio del comercio con la ex Unión Soviética y otros países del Este europeo, la ex URSS decide abandonar los acuerdos de cooperación económica que interrumpieron de golpe los suministros de petróleo, vehículos, semillas y pienso para el ganado. Esto asociado al bloqueo de Estados Unidos dejó a la isla en una situación económica sumamente delicada. Esta etapa es conocida como el \"período especial\".
La falta de piensos para el ganado, bajó la producción de estiércol en las balsas de oxidación, donde se aprovisionaban de kilos y kilos de tubifex a diario. Esta disminución en la producción de tubifex hizo subir su precio enormemente, y explica que en esta época no se pudieran criar numerosas especies delicadas que se perdieron para siempre, porque la cría estaba basada en tubifex. Y es que, al mismo tiempo, hasta la población tenía dificultades para alimentarse, por lo cual los peces de acuario pasaron a un plano secundario en las prioridades. Todos los esfuerzos de los últimos años en conseguir especies nuevas se vieron aniquiladas en unos pocos años. Sin duda un gran golpe para la acuariofilia cubana que implicó varios años de retraso.
Luchando por la subsistencia, la acuariofilia cubana se refugia en la pasión y el sacrificio de todo un pueblo que padecía las consecuencias de un bloqueo que impedía el ingreso a la isla de casi todo: desde petróleo hasta medicamentos.
La llamita se mantenía encendida en zoológicos, museos y acuarios públicos porque el Estado Cubano seguía invirtiendo en la educación y desarrollo científico. Donde había un pez había acuariófilos.
En julio 1996, un grupo de aficionados tomó la iniciativa y fundó la sociedad Aqua Cuba. Manolo Arenas y Omar Iruela pusieron todo su esfuerzo y entusiasmo en el proyecto y dieron impulso a la única agrupación que aún hoy día se mantiene activa.
Aqua Cuba cuenta con una modesta biblioteca, se reúne periódicamente en las casas particulares de sus socios (hasta el momento no cuenta con una sede) y colabora con artículos y notas en revistas y boletines de asociaciones del exterior (Puerto Rico, España, México, Uruguay y Argentina). Organiza excursiones y todo lo que pueda mantener al grupo activo y vivo.
Esta agrupación aceptó el reto que significa hacer funcionar un grupo acuariófilo en las condiciones actuales de Cuba, con escasez de accesorios de las marcas de acuarismo conocidas (Hagen, Tetra, etc) y las dificultades económicas propias del bloqueo.
De hecho Aqua Cuba es más bien una agrupación local, limitada tal vez a los aficionados de Güines, San José, San Nicolás, Melena, alguno de Ciudad Habana y otros de Cárdenas. Pero con la convicción de que con la lógica mejoría de la sociedad cubana en el futuro y con el tesón de los cubanos por llevar adelante sus proyectos, Aqua Cuba, u otro grupo con otro nombre, llegará a abarcar todo el país y agrupará a los aficionados al acuarismo.
Poco después, a principios de marzo de 1997, de la mano del Ing. Ezequiel Echevarría (director del Acuario del Parque Lenin) y del Licenciado Raúl Infante (de la ENPA) nace el 1er. Taller de Piscicultura Ornamental que estaba llamado a reunir 88 personas en lo que fuera, tal vez, un intento por refundar la federación de acuaristas de Cuba. El 25 y 26 de abril, tras un período de organización y difusión por la radio y televisión, se inicia el encuentro, en el cual se hicieron las siguientes ponencias:
Enfermedades y aspectos naturales de los peces con fines ornamentales, ponencia de Mirta Vinjoy y José Toledo;
Introducción de los peces cubanos a la piscicultura ornamental, ponencia del Licenciado José Sánchez:
Tratamiento de aguas, ponencia de Orlando Prieto.
Conferencias Producción de peces ornamentales en Cuba, ponente Licenciado José Sánchez.
Un pabellón de exposiciones permitió conocer parte del material disponible para reproducción al tiempo que se realizó una venta de reproductores de especies en déficit.
Conferencias sobre producción, hidroquímica, ictiopatología, manejo de acuarios marinos, ictiofauna cubana y otras, permitieron el intercambio de experiencias y conocimientos. Sin embargo, no prosperó la iniciativa de refundar la federación de acuaristas, idea que fue respaldada por la gente de Aqua Cuba que con entusiasmo propuso incorporarse al proyecto.
Comienza el derrumbe del bloqueo
Pese a que Estados Unidos mantiene férreamente su política de bloquear comercial y políticamente a la isla, la apertura de Cuba hacia algunos países de occidente se materializa a través de empresas estatales y empresas mixtas.
En ese contexto surge el ambicioso proyecto de exportar peces ornamentales de Cuba que da un nuevo impulso a la acuariofilia en este país.
El proyecto se apoya en el criador privado que vende sus peces a las delegaciones estatales y a centros de piscicultura industrial de grandes centros de producción estatales. La empresa mixta NACARI S.A. es uno de los motores principales de este proyecto, aportando los medios necesarios como el alimento, los medicamentos, nuevos reproductores y tecnología de punta. Además de organizar la producción con los criterios del mercado internacional para exportar estos peces en las mejores condiciones.
También es NACARÍ S.A. quien se ocupa de organizar la captura de peces marinos únicamente con redes, y una esmerada aclimatación en cautividad. Cuando es necesario los peces son medicados y desparasitados, contando con el apoyo de biólogos especializados. Recién en óptimas condiciones los peces son exportados, no sólo porque la empresa cuida sus clientes, sino, particularmente, porque una forma de cuidar del medio ambiente es regulando la pesca y evitando que los peces capturados se mueran.
Conjuntamente con la captura se estudia la biología de la reproducción de los peces nativos con la finalidad de que en breve tiempo, se puedan exportar estas especies reproducidas en cautiverio sin causar el menor daño a las poblaciones locales.
La acuariofilia cubana mira ahora hacia el futuro con serenidad. Desde que comenzó la exportación de la producción cubana, se ha ampliado notablemente el horizonte. Aún falta trabajo para ir afianzando nuevas normas de producción. Sin embargo si la acuariofilia cubana ha superado los más difíciles momentos, por el esfuerzo y la pasión de su gente, no caben dudas que le queda un brillante camino por recorrer.
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